En lo alto de la Sierra de Laguarres se encuentran las ruinas de lo que fue un amplio complejo defensivo que dominaba el Valla del Isábena. Junto a la instalación de antenas de comunicación y telefonía y al borde del precipicio, lo que lo convertía en infranqueable por su lado norte, se mantiene la huella de una torre circular. Esta atalaya, de sillarejo, guarda similitudes con la cercana torre de Viacamp, con la que se comunicaba como con el entramado de castillos circundantes (Benabarre, Fals, Pilzán, Lascuarre, Graus...) de época medieval. Se han encontrado fragmentos de cerámica de pasta gris que datan de mediados del siglo XI. Está declarado como Bien de Interés Cultural (BIC).
Sin embargo, su origen es musulmán, del siglo X, siendo una avanzadilla defensiva sobre el territorio cristiano del Condado de Ribagorza, formando una línea con Lascuarre y Castigaleu. Ramiro I lo conquisto en torno al 1060. En la guerra de la Independencia volvió ser utilizado contra Francia, donde la historia destaca entre otros los ejecutados por el guerrillero conocido como el "Beneficiario de Laguarres", los franceses se habían escondido en el castillo para sorprenderle, éste, se enteró y atacó el castillo matando a los invasores.